sábado, 26 de enero de 2008

El Sacramento del Perdón, Confesión, Reconciliación

El Sacramento del Perdón


Una de las condiciones para ganar el Jubileo es confesarse. Expongo a continuación cómo puede hacerse una buena Confesión:

Por medio del Bautismo Dios nos hace hijos suyos. Sin embargo, no siempre nos portamos como buenos hijos de Dios. A veces le ofendemos con nuestros pecados. Se repite entonces al pie de la letra la historia del hijo ingrato que Jesús nos contó, y que tú conoces como la parábola del hijo pródigo (Lc 15.11-32). Fue el mismo Jesús quien, llevado de su amor por nosotros, nos dejó el Sacramento de la Penitencia. En él, el sacerdote, en nombre de Dios y de su Iglesia, nos perdona los pecados y nos devuelve la vida de la gracia.



Acércate a recibir frecuentemente este Sacramento. Serás así más amigo de Dios, recibirás, junto con el perdón de los pecados, nuevas fuerzas para seguir luchando y para vivir como un verdadero hijo de Dios en su Iglesia.

AL HACER TU CONFESIÓN

RECUERDA que para confesarte bien hacen falta cinco cosas:

1. Examen de conciencia para recordar los pecados cometidos después de tu última confesión bien hecha.

2. Dolor de los pecados, que es pesar, pena de haber ofendido a Dios tú Padre.

3. Propósito de enmienda, de no volver a cometerlos, de luchar por ser mejor.

4. Decir los pecados al confesor, con confianza y sinceridad. Sin callar ninguno por temor o vergüenza. Es bueno que te confieses también de los pecados veniales.

5. Cumplir la penitencia que te haya impuesto el sacerdote. Para evitar que se te olvide, cúmplela cuanto antes.

EXAMEN DE CONCIENCIA

Te ayudará a hacer bien la Confesión leer despacio las preguntas que van a continuación. Puedes hacer también el examen por tu cuenta, recordando con sinceridad, delante de Dios, lo que has hecho después de tu última Confesión.

Oración antes del examen

¡Señor mío y Dios mío!, creo firmemente que estás aquí. Te pido la gracia de examinar sinceramente y conocer con verdad mi conciencia, descubriendo todos mis pecados y miserias: dame la fortaleza de confesarlos con toda fidelidad y verdad para merecer ahora tu perdón y la gracia de la perseverancia final. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

EXAMEN DE CONCIENCIA POR LOS MANDAMIENTOS

. ¿He negado o dudado deliberadamente alguna verdad de fe? ¿He leído o retenido libros, revistas o periódicos que van contra la fe o la moral? ¿Los di a leer a otros?
- ¿He murmurado externa o internamente contra el Señor cuando me ha acaecido alguna desgracia?
- ¿He abandonado los medios que son por sí mismos necesarios para la salvación (Oración, Sacramentos…)? ¿He procurado alcanzar la debida formación religiosa?
- ¿He recibido indignamente algún Sacramento?

. ¿He dicho blasfemias o palabras injuriosas contra Dios, los Santos o las cosas santas? ¿Delante de otros?
- ¿He jurado con mentira o con duda de si era verdad? ¿He reparado el daño que haya podido seguirse?
- ¿He dejado de cumplir algún voto o promesa grave?

3°, y 1º a 4º de la Iglesia. ¿He faltado los domingos o días festivos a Misa? ¿He impedido que oigan la Santa Misa los que dependen de mí?
- ¿Me he distraído voluntariamente en ella o llegado tan tarde que no haya cumplido con el precepto?
- ¿Creo todo lo que la Iglesia católica enseña? ¿Discuto sus mandatos, que son mandatos de Cristo?
- ¿He observado la abstinencia los viernes de Cuaresma?
- ¿Me he confesado y he comulgado por lo menos una vez al año?
- ¿He callado en la confesión, por vergüenza, algún pecado grave? ¿He comulgado después alguna vez?

. ¿Desobedezco a mis superiores en cosas importantes?
- ¿He dado mal ejemplo a mis hijos, no cumpliendo con mis deberes religiosos, familiares o profesionales?
- ¿Los he corregido con firmeza en sus defectos o se los he dejado pasar por comodidad? ¿Los he amenazado o maltratado de palabra o de obra, o les he deseado algún mal grave o leve?
- ¿He descuidado mi obligación de ayudarles a cumplir sus deberes religiosos, de evitar las malas compañías, etc.?
- ¿Sacrifico mis gustos, caprichos, diversiones, etc., para cumplir con mi deber de dedicación a la familia? ¿Evito los conflictos con los hijos quitando importancia a pequeñeces que se superan con tiempo y buen humor?
- ¿He reñido con mi consorte? ¿Evito reprenderle, contradecirle o discutirle delante de los hijos? ¿Le he desobedecido o injuriado? ¿He dado mal ejemplo con ello?
- ¿He procurarlo avivar la fe en la Providencia y ganar lo suficiente para poder tener o educar más hijos?

. ¿He hecho daño de palabra o de obra a otros? ¿Se lo he deseado de corazón? ¿Tengo odio o rencor a alguien?
- ¿He escandalizado a otros incitándoles a pecar con mis conversaciones, mi modo de vestir, mi invitación a presenciar algún espectáculo o con el préstamo de algún libro o revista? ¿He tratado de reparar el escándalo?
- ¿He llegado a herir o quitar la vida al prójimo? ¿He participado de alguna manera en la realización de un aborto? ¿Me doy cuenta de que el aborto, voluntariamente provocado, es un pecado muy grave, es decir, un crimen? ¿He sido gravemente imprudente en la conducción de vehículos a motor? ¿Me he dejado llevar de la ira?
- ¿He atentado contra m¡ vida? ¿Me he embriagado o dejado llevar de la gula, comiendo más de lo razonable? ¿He tomado drogas?

6º y 9º. ¿Me he deleitado en pensamientos y deseos impuros? ¿He mirado, hablado o leído cosas deshonestas?
- ¿He tenido alguna acción torpe conmigo mismo o con otros? ¿Había alguna circunstancia que agravase dicha acción: parentesco, matrimonio, consagración a Dios, menor de edad?
- ¿He asistido a diversiones que me ponían en ocasión próxima de pecar? ¿Me doy cuenta de que ponerme en esas ocasiones es ya pecado?
- ¿He usado indebidamente del matrimonio? ¿He negado su derecho al otro cónyuge? ¿Hago uso del matrimonio solamente en aquellos días en que no puede haber descendencia, sin tener motivos graves que justifiquen esta manera de actuar?
- ¿He tomado fármacos para evitar los hijos? ¿He inducido a otras personas a que los tomen?'
-¿He faltado a la fidelidad conyugal con pensamientos o de obra? ¿Mantengo amistades que son ocasión habitual de este pecado de infidelidad? ¿Estoy dispuesto a dejarlas?
- En el noviazgo, ¿me acerco con más frecuencia a los Sacramentos de la Penitencia y la Comunión para tener más gracias de Dios? ¿Me están alejando de Dios esas relaciones? ¿Le pido a Dios en mi trato frecuente con Él que me haga más puro y generoso en el sacrificio?




7º y 10º, y 5º de la Iglesia. ¿He robado algún objeto o alguna cantidad de dinero? ¿He reparado o restituido pudiendo hacerlo?
- ¿Retribuyo con justicia el trabajo de los demás? ¿Cumplo con exactitud mis deberes sociales: seguros, impuestos, etc.?
- ¿He cumplido debidamente con mi trabajo, ganándome el sueldo que me corresponde? ¿He dejado, por pereza, que se produzcan graves daños en mi trabajo? ¿Trabajo pensando que a Dios no se le deben ofrecer cosas mal hechas? ¿Facilito el trabajo de los demás o lo entorpezco de algún modo, p. e. con rencillas, derrotismo. interrupciones, etc.? ¿He abusado de la confianza de mis superiores?
- ¿Tolero abusos o injusticias que tengo obligación de impedir? ¿Me dejo llevar de la acepción de personas o del favoritismo?
- ¿He prestado m¡ apoyo a programas de acción social y político inmorales y anticristianos?
- ¿He dejado de dar la ayuda conveniente a la Iglesia? ¿Hago limosna según mi situación económica? ¿Llevo con sentido cristiano la carencia de cosas necesarias?

. ¿He dicho mentiras? ¿He reparado el daño que se haya podido seguir? ¿Miento habitualmente porque es en cosas de poca importancia?
- ¿He descubierto, sin justa causa, defectos graves de otras personas, aunque sean ciertos, pero no conocidos? ¿He reparado de alguna manera, p. e., hablando de modo positivo de esa persona?
- ¿He abierto o leído correspondencia u otro escrito que, por su modo de estar conservados, se desprende que sus dueños no quieren dar a conocer? ¿He escuchado conversaciones contra la voluntad de los que las mantenían?
- ¿He calumniado atribuyendo a los demás lo que no era verdadero? ¿He reparado el daño o estoy dispuesto a hacerlo?
- ¿He hablado mal de los demás -personas o instituciones- con el único fundamento de que “me contaron” o de que “se dice por ahí". Es decir, ¿he cooperado de esta manera a la calumnia y murmuración?
- ¿Tengo en cuenta que las discrepancias políticas, profesionales o ideológicas no deben ofuscarme hasta el extremo de juzgar o hablar mal del prójimo, y que esas diferencias no me autorizan a descubrir sus defectos morales, a menos que lo exija el bien común?



(Yo pecador)

MODO DE CONFESARSE

Después de haberte examinado en la presencia de Dios y una vez arrodillado en el confesionario dirás:

Ave María Purísima (En algunos lugares se añade: bendígame, Padre, porque he pecado). Te santiguas.

A continuación puedes decir las palabras que le dijo San Pedro a Jesús: “Señor, Tú lo sabes todo, Tú sabes que te amo”.

Luego debes decir el tiempo que hace que no te confiesas y, a continuación, todos los pecados que hayas recordado en el examen de conciencia. Procura que tu confesión sea clara, breve, completa y muy sincera. Jamás calles algún pecado por vergüenza o por temor: debes confiar siempre en la misericordia de Dios, que es tu Padre y te quiere perdonar.

El sacerdote te dará luego algunos consejos que te ayudarán a ser mejor y te impondrá la penitencia. Antes de recibir la absolución puedes manifestar tu arrepentimiento con algunas palabras de contrición (por ejemplo: “Señor Jesús, Hijo de Dios, ten misericordia de mí, que soy pecador”.

Luego, escucha con atención y arrepentimiento las palabras de la absolución del sacerdote, contestando al final: “Amén”.
Después de confesar debes cumplir la penitencia que te haya impuesto el sacerdote. Es conveniente que lo hagas lo antes posible, especialmente si debes rezar algunas oraciones, para evitar que se te olvide.

Oración para después de haber confesado

Después de haberte confesado no dejes nunca de darle gracias al Señor por haberte perdonado de nuevo. Es un detalle de cariño de un buen hijo para con su Padre.

Te doy gracias, Dios mío, por haberme perdonado mis pecados v recibido de nuevo en tu amistad. Te pido, por los méritos de tu Hijo Jesucristo y de su Madre Santísima, la Virgen María, y de todos los Santos, suplas con tu piedad y misericordia cuanto por mi miseria haya faltado a esta confesión de suficiente contrición, pureza, e integridad. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.


Este folleto está editado en formato agenda. Puede solicitarlo a: perdonanza@gmail.com




El sacramento de la reconciliación, (1ª parte) (04:53)



El sacramento de la reconciliación, (2ª parte) (04:21)

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